"La llegada del vehículo fue un icono representativo para el progreso de la ciudad de Cali, debido a que antes de esto solo existía una idea de avance y futuro, pero no era lo suficientemente solido para el desarrollo de la ciudad".
"Todo era olor a gasolina, gritos destemplados de los jovencitos, brillo del sol rebotando en los cristales y en los bordes cromados, y para colmo sensación contradictoria del encierro en plena selva de máquinas pensadas para correr".